Así que… ¿has decidido que necesitas los servicios de un abogado de inmigración para representar tu caso en un tribunal o ayudarte con las organizaciones oficiales de EEUU? Un buen abogado puede marcar la diferencia en tu caso. Necesitas asegurarte de que has seleccionado un profesional experimentado que te ayudará de verdad. Un mal abogado te cobrará de más, no te dará los servicios acordados y en general, perjudicará tu caso.
Tanto si estás intentando evitar la deportación o sólo intentando presentar una solicitud para una visa o green card, asegúrate de que tienes al profesional adecuado a tu lado.
Abajo tienes algunos consejos para evitar el tipo incorrecto de abogado:
1) Evita la representación de un representante que se te haya acercado en la oficina de inmigración. Los encontrarás merodeando por los pasillos de las oficinas de inmigración, intentando ofrecer sus servicios a gente como tú. Ten en cuenta que los bufetes de abogados no consideran ética esta práctica. Cualquier abogado de inmigración de confianza estará demasiado ocupado practicando la ley y representando clientes, en vez de intentando convencer a gente para que les contrate.
2) Asegúrate de que no estás tratando con un asesor o consultor de demandas. Así como no debes confiar en un enfermero para hacer una operación, o pedirle a un vecino que te rellene los formularios de impuestos, no deberías confiar en otra representación legal que no sea un abogado de inmigración. Desgraciadamente, muchas personas que no son abogadas dicen que son capaces de asistir a extranjeros que necesitan ayuda con el proceso de inmigración. Sin embargo, el valor que estos supuestos profesionales le darán a tu caso es nulo. En el peor de los casos, una persona así puede tomar tu dinero y salir corriendo o rellenar tus formularios de manera incorrecta.
Si consigues ponerte en contacto con un abogado que parezca legal, todavía hay un par de cosas a considerar. Cualquier abogado de inmigración que te sugiera hacer algo ilegal o sospechoso no será el mejor representante. Si empiezan a sugerirte que mientas en una solicitud o sobornes a un oficial de inmigración, definitivamente no es el abogado de inmigración que necesitas. Esos planes te meterán en problemas en vez de ayudarte.
Si un abogado comienza a hacer promesas poco realistas, asegúrate de ser un poco escécptico. Es hora de buscar un abogado nuevo. Un abogado de inmigración experimentado no te garantizará un éxito al 100% desde el principio. Ten en cuenta que el resultado de tu caso depende de un tribunal de inmigración y del USCIS.
Podrás encontrar muchas cosas sobre el abogado que hayas seleccionado online: comprueba si está inscrito como miembro del colegio de abogados y la organización profesional AILA (Asociación de Abogados de Inmigración). Además, comprueba si el abogado es mencionado en alguna opinión online, o en periódicos profesionales. Aunque la mayoría de los abogados de inmigración buenos probablemente estén bastante ocupados, podrás hablar con ellos y sus asistentes de oficina para tener una idea de su compromiso con los clientes, así como comportamiento en general y la impresión de honestidad.